Más que la cama, M llegó a ocupar nuestra vida. Es la ocupación más hermosa y maravillosa de la historia de las ocupaciones. Sus armas son sus ojitos, sus sonrisas, sus piecitos, sus manitas…
Categoría: Reflexión
Ahora entiendo a mi mamá
Germofobia, pañales sucios y mi bautizo
Una fe de vida
No sé si sea algo de papás, o si Cir también lo hace y finge que no, pero desde que nació M estoy obsesionado con ver que está respirando. Y lo digo porque Cir, siempre que le pregunto «¿está respirando?», me responde «claaro ¿qué te pasa?». Pero es que yo no tengo la sincronización bluetooth que tienen ellas.
Si cargo a M en el fular y se duerme, tengo que detenerme cada cierto tiempo, cerrar los ojos y dejar de respirar para sentir su barriguita inflándose y desinflándose contra la mía.
Si está durmiendo en la cama o el corral, tengo que chequear constantemente y es mejor cuando se duerme con una mano en la barriga porque puedo ver cómo esta sube y baja. Entonces respiro yo.
Mi mente es medio macabra y al menos unas tres o cuatro veces al día me muestra los posibles accidentes que podrían ocurrir cuando M está bajo mi cuidado. Por eso necesito esa fe de vida: una barriguita que sube y baja.
Jesús
Música: https://soundcloud.com/mrinal-desai/christian-smith-grey-skies-tcm
Tiene mamitis
Una predicción errada
Cada año, hago lo posible por participar en el reto fotográfico #UnaFotoxDíax28Días. Todos los días nos dan el título de la foto y toca ir a tomarla. Es divertido y me ejercito en la disciplina de fotografiar a diario. Al final, me quedan tantas fotos que no importa mucho si no gano. Este año, decidí que mi tema sería M y la tarea de hoy era: Una predicción errada.
Sin una idea clara de la foto que tomaría, como todas las noches, sentamos a M en su sillita para comer con nosotros. Bueno, ella destroza y juega con su comida y nosotros comemos. Hoy, Cir le preparó unas carnitas en forma de hamburguesa. Le dimos una por que ya había comido un poquito de pastina. Pues, contra todo pronóstico, la devoró y quedó comiéndose las migajitas. Así que le dimos la segunda y la M hizo lo propio. Si fuera por ella, le pasaba la lengua a la mesa, pero no llegaba. Esta niña es una sorpresa cada día.
Para ver cómo voy con mis fotos: https://www.instagram.com/sinplantilla2/
Jesús
¿Volverme loca?
Chateaba hoy con otra mamá sobre lo difícil y fuerte que es quedarse sola en casa todo el día cuidando a la bebé. Le decía que desde que empecé a trabajar, aunque no lo hago todos los días por el permiso de lactancia, a veces, me provocaba ir de lunes a viernes porque allí tengo la ayuda de Jesús y no siento que me voy a volver loca (cosa que ocurre muy a menudo cuando me quedo con M todo el día muchos días seguidos sin ver la luz del sol). Y es que, de verdad, esos días son como un círculo sin fin en los que siento que lo único que hago es dar teta, cocinarle y darle de comer a M (algo distinto porque bueno la bebé debe tener una alimentación balanceada y comer alimentos de todos los grupos), limpiar todo el desastre (porque me antojé de practicar el BLW), dar teta, cambiar pañal, volver a cocinar, limpiar desastre, dar teta, volver a limpiar, cambiar pañal y, obvio, dar teta, again, y así hasta que descubro que son las 5:00 p.m. sigo en pijamas y estoy como una loca ojerosa. Para rematar el día, llega Jesús del trabajo y dice: “mijita ¿qué te pasó? Ya vas a decir que M no te dejó hacer nada” y en ese momento lo que quiero es ahorcarlo.
Yo no me quejo, en serio. Jesús es un súper papá que cumple muy bien con su rol pero hay días que apenas pisa la casa le lanzo a M en los brazos y me voy corriendo al baño y me encierro allí una media hora. Antes lloraba. Ya no lloro. Ahora por lo menos reviso twitter o fb. Por cierto, la mamita con la que chateaba me confesó que me escribía en ese momento desde el baño 😛
Cirene
P.D: gracias al universo todavía M no me toca la puerta del baño. Curiosamente su papá sí lo hace con ella en brazos y me pregunta “¿todo bien?”. A veces, ni respondo.