Un territorio ocupado

Más que la cama, M llegó a ocupar nuestra vida. Es la ocupación más hermosa y maravillosa de la historia de las ocupaciones. Sus armas son sus ojitos, sus sonrisas, sus piecitos, sus manitas…

Hace unos días, M se acercaba a mamá, que estaba acostada, para ver si tenía los ojos abiertos. Le decía Nene y la pellizcaba. Cir pedía auxilio gritando y M reía. Uno no se puede acostar en la que ahora es su cama porque nos brinca encima para hablar o jugar.

 
 Y si nos ve el control de la TV, pues ni hablar. Tenemos cuidado de que no lo muerda para evitar accidentes pero de la noche a la mañana aprendió a cambiar los canales para tomar las decisiones más locas. Puede poner desde Bloomberg hasta alguna novela mexicana. cualquier cosa le puede llamar la atención. Entonces se sienta y le dedica unos minutos antes de seguir jugando.

 
 No queda alternativa, toca rendirse.

 
 Jesús

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